Para algunas personas que tuvieron en su infancia una muñeca
de cartón u otro juguete realizado con la técnica de cartonería tradicional, el
sentido del olfato está muy ligado al recuerdo de esos objetos.
Y es que el
olor de la cola de carpintero (aglutinante de las anilinas con las que se
decoran) es muy peculiar y persistente. Para unos es desagradable y recuerdan a
las monas de cartón como "las que olían feo". A otros no les importaba y mejor se
concentraban en jugar.
Marcelo Silva (67), al recordar momentos de su infancia
cuando jugaba con máscaras y cascos de cartón en Veracruz, comentó: "
(...) parece que lo estoy oliendo, lo siento en el gusto; era como quien anda
en moto y huele a gasolina (...) luego nos mandaban a bañar porque apestábamos."
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Cola de carpintero ("pegadura" le llaman los
artesanos), blanco de España, blanco trigueño, yeso, anilinas; son algunos de
los materiales involucrados en la técnica tradicional.
En 1981, el Maestro Carlos Espejel detalló cómo Gumersindo
España (artesano de juguetes de madera de Guanajuato) preparaba los colores a
base de anilinas:
"...agrega "pegadura" y alcohol industrial a
las anilinas "para que no se bajen con la claridad del sol ni se peguen en
las manos de los niños". Primero, hierve a baño María un kilo de cola
granulada en un cuarto de litro de agua. Al hervir, la cola se asienta en tres
niveles, y de ahí el artesano va tomando "pegadura" para cada color.
El pegamento que queda más arriba, muy claro, sirve para el verde y el
amarillo; el segundo, más espeso, para el rosa, el morado y la negrosina; y el tercero, o sea el bagazo, se usa
para pegar la madera." 3
En el texto MANOS, OFICIO Y CREACIÓN publicado en 2003, se mencionan materiales utilizados en la cartonería tradicional: harina de trigo, mijayo del nixtamal, cola de carpintero, blanco de España y de zinc, polvo de estaño, amarillo ocre, sulfatos y fosfatos. Y materiales complementarios para la decoración de algunas piezas: mecate, pelo de conejo, hule, cuero, semillas y diamantina.
No
olvidemos que cada artesano tiene sus propias recetas y trucos. Y al visitar sus talleres nuestros sentidos se estimulan con materiales, olores y colores ajenos a nuestra cotidianidad citadina que el maestro artesano guiará, compartiendo la pasión por el oficio que ha heredado.
Taller del Mtro. Jesús Aguilar, Celaya, 2012.
NOTAS
1 Imagen tomada de ESPEJEL, Carlos. Juguetes mexicanos.
SEP/FONAPAS, México, 1981. Pag. 9
2 Imagen
tomada de Revista Artes de México. Año XVI 1969 No. 125 EL JUGUETE
MEXICANO. Pag. 64
3 ESPEJEL,
Carlos. Juguetes mexicanos. SEP/FONAPAS, México, 1981. Pag. 32
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